Los embutidos forman parte de nuestra dieta desde hace muchas generaciones. Dentro de los embutidos tenemos mucha variedad y algunos sufren mucho procesado, como las salchichas, dandole mala fama al producto tradicional.

Los embutidos son carnes procesadas y por ello, tienen una calidad nutricional inferior a las carnes frescas pero en el marco de una dieta equilibrada, nos ayudarán a cuidarnos y estar en forma.

Debes saber que la mayoría de los fiambres y embutidos que encontramos en el mercado tienen alta concentración de sal, por lo que su consumo excesivo puede condicionar la circulación sanguínea y favorecer el desarrollo de problemas vasculares, así como originar retención de líquidos.

Sin embargo, más allá de esto, la mayor parte de estos alimentos ofrece proteínas de buena calidad en considerables proporciones, y algunos ejemplares, pueden contener menos grasas y/o grasas de mejor calidad que otros, así como vitaminas y minerales buenos para el organismo.

«consumidos con una frecuencia semanal, en cantidades moderadas, la ingesta de este tipo de alimentos, siempre y cuando se enmarquen en un estilo de vida saludable, no perjudica la salud»

Todos estos fiambres tienen unos 1000 mg o más de sodio por cada 100 gramos cantidad que se acerca al 50% de la cuota diaria recomendada, por lo que, un consumo superior nos ayudaría a excedernos en su ingesta, lo cual no sería aconsejable. Además de sodio, la mayor parte de los fiambres y embutidos es fuente de potasio, fósforo, hierro y otros minerales que pueden ayudar al cuerpo a funcionar adecuadamente.

El chorizo en el bocadillo

Existe cierta resistencia hacia el consumo de chorizo, esto suele estar relacionado por su elevado aporte energético y su contenido en sal. No obstante, si se valoran las proporciones de consumo puede seguir formando parte de una dieta equilibrada.